El 16 de mayo de 2023, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó los dispositivos de estimulación de la médula espinal (SCS, por sus siglas en inglés) de la compañía farmacéutica Abbott para el tratamiento del dolor lumbar crónico en personas que no se han sometido o no son elegibles para una cirugía de espalda, según a un comunicado de prensa de Abbott. La aprobación se produjo después de que un estudio de seis meses de 200 participantes mostró que la estimulación de la médula espinal resultó en un alivio significativo y mejoras en el dolor, la función, la calidad de vida y la salud mental.
Los participantes en el estudio sufrían de dolor de espalda crónico que condujo a una discapacidad durante un promedio de casi 13 años. Los participantes no eran elegibles para la cirugía correctiva de espalda porque eran médicamente frágiles o tenían numerosos cambios degenerativos en la columna, ninguno de los cuales era lo suficientemente grave como para ser elegible para la cirugía correctiva, pero aun así causaba síntomas significativos.
Después de seis meses, el 85 % de las personas a las que se implantaron los dispositivos SCS de Abbott experimentaron un alivio significativo del dolor de espalda, en comparación con solo el 7 % de las que recibieron un tratamiento médico conservador. En promedio, las personas que recibieron terapia SCS experimentaron una reducción del dolor de alrededor del 70 por ciento.
“Históricamente, las personas que no tienen la opción de una cirugía correctiva para tratar su dolor de espalda crónico generalmente han sido tratadas con combinaciones de terapias: fisioterapia y quiropráctica, inyecciones y analgésicos”, dice el Dr. Allen Burton, vicepresidente y director médico del negocio de neuromodulación de Abbott. “Sin embargo, estas opciones no son efectivas para una proporción significativa de personas que no han tenido otras terapias disponibles anteriormente, mientras que para otras hacen que la vía del tratamiento se sienta complicada e incierta. Las personas que sufren de dolor lumbar crónico, y que no cumplen con los criterios quirúrgicos típicos, tienden a renunciar a un tratamiento futuro y, en última instancia, se conforman con vivir con un dolor crónico debilitante”.